Gastronomía
La comida ocosinguense es muy variada, debido a que es un municipio rico en fauna silvestre; en la zona de la selva generalmente podemos encontrar platillos muy exóticos a base de pescado de rio, tortuga, venado, armadillo, tepescuintle, pato, conejo, iguana, puerco de monte, chachalaca, palomas, pavos, faisán y el mono araña o saraguato que es muy apreciado por los lacandones.
El campesino indígena, generalmente de bajos recursos económicos, su dieta base está formada por frijoles, chile, pozol y tortillas de maíz, salvo en casos especiales que preparan el tradicional caldo de gallina de rancho; a inicios de las lluvias (junio y agosto) acostumbran a recolectar por las noches el famoso Nucu o Cocosh (chicatana) se lo comen doradito y con un poco de sal.
En la cabecera municipal se encuentra los antojitos tradicionales como los tamales de bola, chipilín, frijol, verduras y de momo o hierba sana; así como también son muy asiduos al tradicional taco de cabeza de puerco.
Entre otros platillos es muy común la chanfaina, barbacoa de res o borrego. También se acostumbra a comer los frutos silvestres como el “cacate” (fruto cubierto con una corteza leñosa cuya almendra es un poco amarga) y el “chapay” (inflorescencia de una palma llamada chichón, cuya fase inicial tiene una cubierta espinosa), esta última puede comerse asada o con huevos revueltos.
Para acompañar las comidas utilizan una serie de bebidas como el pozol blanco o de cacao, atole agrio o de granillo, arroz con leche, leche y café. Estas bebidas pueden combinarse con pan casero, en especial el marquesote. También son famosos los derivados de la leche como son los quesillos, la crema y el tradicional queso de bola o cuadros.